Archivo confidencial: El día que Miguel Miranda casi le pega a Waldir Sáenz
Puedes ser líder en tu club, un caudillo de tu equipo, la figura de un grande, pero la selección es otra cosa. Allí valen los años, la experiencia vistiendo esa camiseta. Para la Copa América del 97 en Bolivia, se decidió que equipo que la Selección peruana estuviera integrado por elementos jóvenes como Waldir Sáenz y algunos experimentados como Miguel Miranda.
Los titulares disputaban las eliminatorias para el mundial de Francia 98 y Juan Carlos Oblitas delegó en Freddy Ternero. En ese grupo destacaban entre otros Leao Butrón, Juan “Chiquito” Flores, Martín Hidalgo, Frank “Paluco” Palomino, Alex Magallanes, Edie Carazas, Paul Cominges y ‘Waly’ entre otros. El “goleador”, por experiencia y calidad era el líder de ese grupo y nadie la hacía sombra, se hacía lo que él decía. Sin embargo, todo cambió para el aliancista cuando llegaron los “refuerzos”: Alfonso Dulanto, Roberto Palacios y Miguel Miranda. La primera medida de los experimentados fue decidir quienes conversarían sobre los premios con los dirigentes. “Miguelón” determinó que los encargados debían ser los mayores y en representación de los chicos el elegido fue Miguel Rebosio. A “Wally” no le gustó nada que lo dejen de lado y miró mal al arquero y sólo alcanzó a comentar que el “conejo” no podía representarlos porque era novato, y se puso peor cuando se enteró que el acuerdo con los directivos era cobrar por cada fase que se supere. La noche previa al debut ante Uruguay, el “carón” les dijo a todo el plantel que los quería en su habitación para conversar. Todos llegaron a la hora señalada y se decidió que sólo hablarían los más “grandes”. Cuando le tocó el turno al portero, Miranda empezó a hablar de lo que se jugaban y pidió compromiso al equipo. “Somos un grupo joven es cierto, pero creo que estamos para dar la sorpresa. Confío en ustedes muchachos vamos a sacarnos la m… por el Perú”, el golero estaba emocionado y de repente se escuchó la voz de Wally “Oye Miguel, tú estás loco no, ya la cag… con los premios y ahora crees que vamos a avanzar, ya no digas más, nos van a eliminar en una”. Nadie dijo nada, “Miguelón” se acercó donde el aliancista y lo cogió del cuello y poco faltó para que le meta un cachetadón y solo le dijo. “no te tiro por la ventana porque, en fin, pero la próxima vez que abras la boca espero que sea para algo bueno”. El goleador se quedó asustado y no atinó a nada.
Los resultados acompañaron: Se le ganó en el debut 1-0 a Uruguay, luego se perdió con Bolivia 2-0, se venció 2-0 a Venezuela y pasamos a segunda ronda. En un partidazo de Miguel Miranda que le tapó un penal al “muñeco” Gallardo, se le ganó 2-1 a la Argentina que dirigía Daniel Pasarella. En semifinales el rival fue Brasil. La auriverde llegó con lo mejor que tenía, Roberto Carlos, Cafú, Leandro, Rivaldo, Dunga, Edmundo, Romario y Ronaldo entre otros y nos metió un 7-0 que casi vuelve loco a “miguelón”. El arquero sabía que no había jugado su mejor partido y de la bronca en el túnel de vestuarios empezó meter puñetes a las paredes y rompió varios interruptores de luz. Waldir que en esa Copa no destacó ni hizo goles miró tan amargo a su portero que cuando se lo cruzó ni lo miró. Sabía que el “carón” lo tenía entre ceja y ceja y podía “cobrar”.