Solo el príncipe Carlos y la princesa Ana llegaron a tiempo para despedirse de la reina Isabel II
La familia real británica ha introducido un mecanismo de protocolo que presagia tiempos inciertos después del reinado de la reina Isabel II. Su hijo y sucesor, Carlos III, ya se encuentra en Londres tras cumplir las doce horas de luto preceptivo tras el fallecimiento del monarca. En la capital británica, asistirá a un servicio oficial en la iglesia de St. James, seguido de su primer discurso real, que se transmitirá a las 19:00 horas.
También se reunirá con la primera ministra Lisa Truss esta tarde. El Príncipe Harry fue el primero en abandonar el Castillo de Balmoral esta mañana después de que la Reina Eterna muriera “pacíficamente” ayer por la tarde. Llegó solo a la residencia sin Meghan Markle y salió solo en el asiento trasero de una camioneta color oscuro, visiblemente molesto. Se cubrió la cara con una mano y apenas levantó la vista mientras el vehículo se dirigía al aeropuerto. El príncipe canceló el discurso de los Premios WellChild de ayer en Londres, donde Meghan se hospedaba para respetar la privacidad de la familia real, y partió de inmediato hacia Escocia.
Según el Daily Mail, solo Carlos y la princesa Ana llegaron a Balmoral a tiempo para pasar sus últimas horas con la reina Isabel II. Camilla de Cornualles se unió a ellos. Mientras tanto, los otros hijos de la reina, Andrés y Eduardo, así como sus nietos Guillermo y Enrique, no lograron ganar la carrera contra el tiempo. Solo pasaron seis horas desde el momento en que un médico anunció que la monarca estaba bajo “supervisión médica” hasta el momento en que el Palacio de Buckingham dijo que murió “en paz” en su residencia de verano, su lugar favorito. Buckingham Gate estaba cubierta de ramos de flores empapados de lágrimas esta mañana.
La imagen de Carlos III y Lisa Truss hablando por primera vez en sus nuevas funciones en el país es bastante singular. Ambos enfrentan tiempos inciertos y desafiantes. Carlos III ocupará el mismo espacio institucional que su madre, pero con un perfil mucho más bajo, y se verá obligado a hacer las inevitables comparaciones y juicios de valor. De hecho, pocos monarcas pueden igualar a Isabel II, que supo penetrar en el corazón del público y mantener viva la monarquía. Ella es la monarca que acuñó la frase “Soy republicana, pero Isabel”.
La primera ministra, en cambio, es consciente de que ella, como la nueva monarca, se encuentra ante un país en transición, donde se están produciendo fuertes cambios generacionales y, lo más importante, sumido en muchas protestas a raíz de la crisis. Muy lejos del vibrante país de 1926, esta es una Gran Bretaña con una crisis energética, inflación y Brexit, ya que Liz Truss busca ralentizar la gestión del gas y la electricidad, anunciando por primera vez que pagará una cifra histórica de 115.000 millones de euros, y sacar a millones de británicos de la pobreza energética.