Guerras en cualquier lado son posibles, Tigray, la asediada región que lleva 2 años en guerra
No hay líneas telefónicas ni internet, y poca comida o medicina. Esto es lo que le sucedió a la gente de la región de Tigray en Etiopía, donde se han librado sangrientas batallas entre rebeldes y una coalición de soldados etíopes y eritreos durante casi dos años. El área era una atracción turística en ese momento, atrayendo a turistas extranjeros con iglesias excavadas en la roca, santuarios musulmanes y escritos antiguos en el idioma Geez.
Hoy, muestra películas de terror como hienas comiendo cadáveres y aldeanos que son víctimas de ataques aéreos. Miles de hombres y mujeres mayores necesitan pasar tiempo al aire libre.
A medida que se intensificaron los combates, más y más civiles se unieron al conflicto. Los líderes rebeldes de Tigray han lanzado una nueva campaña de reclutamiento tras ser acusados de obligar a los lugareños a luchar.
Las tensiones en Tigray son de larga data, pero la guerra civil actual estalló en 2020 después de que las autoridades de la región fronteriza de Eritrea decidieran continuar con las elecciones de renovación del consejo local a pesar de que el gobierno del país suspendió todas las votaciones debido a la pandemia de Covid-19. En represalia por el desafío, la administración de Addis Abeba cortó los fondos para el área, lo que llevó al grupo rebelde a tomar las armas.
Desde entonces, la crisis no ha hecho más que empeorar, como lo demuestran los miles de muertos en los combates. Además, 150.000 hombres, mujeres y niños de los 7 millones de habitantes de la región murieron de desnutrición, y otros 2,5 millones se vieron obligados a huir de sus hogares, según organismos internacionales.
“Al menos 500.000 soldados de la federación etíope-eritrea están luchando activamente, con otros 200.000 del lado de Tigray”, dijo a la BBC Alex De Waal, director ejecutivo del Fondo Mundial para la Paz con sede en Estados Unidos.
