Mundial | Tormentas de arena, colapso de carreteras y fiesta de Ecuador: así vio BBC Mundo el arranque de Qatar 2022
El día se está poniendo ventoso en Qatar, con ráfagas constantemente levantando polvo.
Las inevitables partículas de polvo pueden irritar los ojos y la garganta, incluso si la tormenta de polvo es más leve de lo que podría ser. Para llegar al Estadio Al Bayt, que es el más alejado de la capital Doha, hay que atravesar unos 40 kilómetros del desierto qatarí.
Durante el trayecto aparecen edificios futuristas que interrumpen el paisaje desolado. Es la ciudad de Lusail la que ha despegado en los últimos años, y con la Copa del Mundo acercándose, su progreso se ha acelerado.
“Es impresionante. Llegué en 2015 y no había nada de esto”, dijo un reportero de la BBC en la camioneta.
Hoy es un gran día para Qatar después de una espera de 12 años desde que la FIFA otorgó su anfitrión a Qatar en 2010 en medio de acusaciones de corrupción y soborno. El mal tiempo no impidió que ecuatorianos y qataríes festejaran cinco horas antes del partido.
El estadio Al Bayt es una enorme carpa rectangular en medio del desierto con capacidad para 60.000 espectadores. Los ecuatorianos siguen llegando. “¡Ecuador, Ecuador, Ecuador!” corearon una y otra vez y ondearon la bandera tricolor. “Soy de Quito después de muchas horas de viaje, pero estoy muy feliz de estar aquí”, dijo Lisbeth Louje a la BBC.
Los qataríes tienen un estilo diferente. En familia acudían más modestamente, ataviados con su atuendo típico con pañuelos al cuello y alguna que otra bandera.
Pero uno de ellos llama más la atención. Su nombre es Salem al Kahairi, tiene una gran fotografía del ex emir Hamad bin Khalifa al Thani y, a diferencia de la mayoría de los qataríes, no rehuye la multitud de medios extranjeros fuera del estadio.
“Es una cuestión de orgullo. Después de 12 años, estamos muy felices de darles la bienvenida a todos a PC. Espero que les guste Qatar, dice BBC Mundo Al Kahairi. Muchos otros qataríes se apresuraron al inminente inicio de la ceremonia de inauguración. Tienen choferes en limusinas. El glamour y la extravagancia caracterizan el evento, que Qatar espera ganar tras las críticas por su conservadurismo y prácticas contrarias a los derechos humanos.
Muchos otros pasatiempos también harán su debut. La tarde también estuvo amenizada por argentinos, brasileños, portugueses, uruguayos, mexicanos, belgas y británicos.