‘Me llegue a ahogar en deudas tratando de comprar milagros’: las personas religiosas abusan del ‘Evangelio de la prosperidad’

Evarline Okello rompe a llorar cuando me dice que tiene una deuda de cientos de dólares, después de pagarle a un pastor para que orara por ella.

Vive en una pequeña choza en Kibera, un vasto barrio pobre en la capital de Kenia, Nairobi, y ya no puede mantener a sus cuatro hijos.

Evarline no gana nada desde hace meses, me dice mientras hablamos por teléfono.

Entonces, me cuenta que cuando acudió a un pastor cuyas oraciones podrían mejorar su vida le pidió US$115 (15.000 chelines kenianos).

Esto se conoce como “ofrenda semilla”: una contribución financiera a un líder religioso, con un resultado específico en mente.

Evarline tomó prestado el dinero de un amiga, que pidió un préstamo en su nombre.

Le habían dicho que las oraciones de este pastor eran tan poderosas que vería un retorno de su dinero en una semana.

Pero el milagro nunca llegó.

De hecho, las cosas empeoraron aún más, dice ella.

Las cuotas del préstamo que tomó su amiga se ha disparado debido a los intereses por impago.

Ahora debe más de US$300 y no tiene idea de cómo los pagará.

Su amiga ha dejado de hablarle y todavía no tiene trabajo.

“Las cosas se han vuelto tan difíciles que he perdido toda esperanza”.

Kenia se ha visto muy afectada por la crisis del costo de vida.

Los precios de los alimentos aumentaron casi un 16% interanual hasta septiembre de 2022, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Kenia.

Las cifras del Banco Mundial muestran que el número de keniatas sin trabajo se ha más que duplicado en los últimos siete años.

“La gente está muy desesperada”, dice Gladys Nyachieo, socióloga de la Universidad Multimedia de Kenia.

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