¿Qué es el Fondo Blanquiazul, su origen y cuánto tuvo que ver en el presente deportivo?
Un inesperado cambio en las acreencias de Alianza Lima podría cambiar el modelo sobre el que se ha construido el club desde el 2019, con Diego Gonzales Posada a la cabeza.
Mientras Guillermo Salas, técnico de Alianza Lima, daba vueltas en su cabeza los posibles cambios a realizar para lograr una victoria ante Libertad en Asunción, por la Copa Libertadores, el principal cambio lo dio la parte dirigencial del club. El ingreso de Carlos Hiraoka como nuevo integrante del Fondo Blanquiazul fue un suceso que sorprendió a muchos en Matute y que podría ser el punto de inicio de una nueva etapa en el cuadro de La Victoria. El empresario, quien se desempeña como gerente general de GW Yichang & CIA desde hace trece años, formará parte del principal grupo acreedor del club y, como tal, todas las decisiones deportivas que se tomen dentro de la institución pasarán por su revisión.
Para nadie es un secreto que Carlos Hiraoka le compró las acreencias a Salomón Lerner, Fernando Farah y Antonio Armejo, quienes hasta hace poco se desempeñaban como miembros del Fondo Blanquiazul. Pero el problema no es ese, sino el cortocircuito que podría generar con Diego Gonzales Posada, actual presidente del grupo acreedor. Según trascendió, este último desconoce la venta de las acreencias de sus socios anteriores, pues su intención era adquirirlas en un tiempo prudente. No obstante, la operación se realizó de todas maneras y ello pondría influir en el grado de toma de decisiones como miembro mayoritario.
Si bien el escenario en el área dirigencial de Alianza Lima pinta complicado y todavía se desconocen las consecuencias de ese cambio, el pedido de los hinchas es uno solo: priorizar los intereses del club por encima de todo. Bajo ese panorama, resulta necesario recordar cómo surgió el Fondo Blanquiazul y en qué momento llegó a Matute para tomar las riendas de la institución. Asimismo, es importante destacar su papel en el desarrollo del club, que actualmente experimenta una bonanza deportiva y económica en el fútbol peruano.
¿Cómo nace el Fondo Blanquiazul y qué decisiones tomó en Alianza Lima?
Alianza Lima ingresó a un proceso concursal en el 2012 y distintas administraciones se hicieron cargo del club durante ese tiempo. Susana Cuba, Christian Bustos y Renzo Ratto formaron parte de esa lista de personajes que tomaron la posta del conjunto victoriano y en el que solo se logró un título nacional: el de la temporada 2017. No obstante, el panorama cambió en junio del 2019, cuando un grupo de inversores y a la vez hinchas crearon el Fondo Blanquiazul, que pagó 23,8 millones de soles por el total de las deudas tributarias del club con la ONP y la Municipalidad de La Victoria, y por el 80% de la totalidad de la deuda con Sunat, según informó la revista ONCE.
A partir de entonces, Diego Gonzales Posada, Salomón Lerner, Remigio Morales Bermúdez, Fernando Farah, Antonio Armejo y César Torres tomaron las riendas de la institución blanquiazul y su primera medida fue colocar a Kattia Bohórquez como administradora. De ese grupo, Gonzales Posada fue el mayor aportante y también fue nombrado presidente del Fondo Blanquiazul; es decir, el hombre con ‘más poder’. Ese mismo año, Alianza Lima terminó como subcampeón de la Liga 1, tras perder contra Binacional en una final recordada por la imposición del uso del VAR, lo que generó una división de pareceres en la interna del grupo inversor.
En 2020, la temporada inició con los fichajes de jugadores bajo la etiqueta de indisciplinados. Jean Deza, Alexi Gómez, Carlos Ascues, entre otros, formaron parte del plantel blanquiazul que hizo una de las peores campañas en la historia del club y fueron salvados del descenso por una resolución del TAS. Si bien las decisiones deportivas tienen nombre y apellido, eso no exime de responsabilidad a los que en ese entonces conformaban el Fondo Blanquiazul.
El susto de descender pegó fuerte y en 2021 no debía repetirse. José Bellina asumió como gerente deportivo del club y, con él, se tomaron las mejores decisiones en la institución. Llegaron Carlos Bustos, Hernán Barcos, Wilmer Aguirre y otros futbolistas que se identificaron con los colores blanco y azul. Había que volver al origen y hacer posible lo impensado. Jefferson Farfán también regresó y con él todo cambió. En lo deportivo, los ‘íntimos’ fueron campeones nacionales; mientras que en lo comercial, el equipo dio señales de los grandes ingresos que podía alcanzar tras el retorno a la normalidad finalizada la pandemia.
Cerrar así el año fue un plus para Alianza Lima. Desde el Fondo Blanquiazul, habían encontrado el camino a seguir para repetir todo lo bueno que se hizo el año anterior. El objetivo para el 2022 fue el bicampeonato y se logró a pesar de la salida de Carlos Bustos en septiembre pasado (un mes antes Fernando Salazar había asumido como administrador). Hernán Barcos fue clave en la temporada y también lo fue la decisión de apostar por Guillermo Salas, quien sucedió al cordobés en la dirección técnica del equipo y los guio hacia la coronación. Pero el éxito no solo tuvo lugar en lo deportivo, sino también en lo económico, ya que los ‘grones’ establecieron un récord de casi 23 millones de soles en taquilla el año pasado. A eso, se sumaron los premios por clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores y la gran cantidad de patrocinadores que ingresaron a la institución.
Hoy, el presente deportivo de Alianza Lima es bueno y sería mezquino no reconocer la incidencia que tuvo el Fondo Blanquiazul para tomar las decisiones y colocar a las personas adecuadas en el lugar indicado. No obstante, todavía hay cosas que se deben saldar en todos los rubros: el tricampeonato, ganar en la Copa Libertadores (sigue vigente una racha de 30 partidos sin triunfos), resolver el tema de los derechos de televisión, ampliar la infraestructura de Matute (ya se instaló la nueva iluminación) y su nueva sede para menores. Esas son las tareas pendientes de los nuevos integrantes del grupo acreedor. Eso sí, es clave que dentro del Fondo se trabaje de manera conjunta para velar por los intereses del club.