El singular Hospital Cubano que se construyó en medio del desierto de Qatar

Si en Qatar preguntas por Dukhan, una ciudad 80 kilómetros al oeste de la capital Doha, te cuentan que allí descubrieron su primera reserva de petróleo y que hay playas espectaculares.

Pero muchas veces también sale en la conversación un dato que tiene más que ver con Cuba que con la historia de la riqueza de esta nación árabe, donde en diciembre de 2022 Argentina se coronó campeona del Mundial de fútbol.

En las inmediaciones de esa ciudad qatarí se levanta el Hospital Cubano, un centro de salud de gestión qatarí en el que casi la totalidad del personal es cubano.

Está en pleno desierto, a dos horas en autobús desde Doha. En su exterior ondean las banderas de ambos países.

El centro ha recibido distinciones de excelencia y halagos por su buen servicio y la profesionalidad de sus trabajadores, pero también críticas de organizaciones de derechos humanos que denuncian el trato que han recibido empleados.

BBC Mundo quiso conocer más sobre los servicios del hospital y las denuncias que lo afectan, pero el gobierno cubano, el Ministerio de Sanidad y la embajada cubana en Qatar no respondieron a las numerosas solicitudes de información, mientras que el gobierno qatarí declinó comentar sobre la situación. Tampoco fue posible obtener permiso para visitar el centro.

Los vínculos entre Qatar y Cuba se iniciaron en 1989 y se afianzaron en 1998 con la inauguración de la embajada cubana en Doha. La qatarí abrió sus puertas en La Habana en 2001.

“Las relaciones convergen en un momento clave“, explica Erick Viramontes, profesor asistente de relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico de Monterrey y estudioso de las relaciones entre Qatar y América Latina.

“Por un lado, Cuba buscaba nuevas alianzas tras el colapso de la Unión Soviética -su principal apoyo extranjero hasta entonces- y el endurecimiento del embargo estadounidense. Y por otro, en Qatar nacía una nueva visión que buscaba mayor presencia internacional”, le explica a BBC Mundo.

Qatar es un Estado rico pero pequeño, con menos de tres millones de habitantes, y se encuentra en el Golfo Pérsico, la zona de mayor tránsito de petróleo del mundo y considerada una región altamente volátil por las tensiones entre sus vecinos entre los que se encuentran Irak, Arabia Saudita o Irán.

Expertos apuntan que estas condiciones, junto a la visión moderna del emir Hamad bin Khalifa al Thani, que reinó entre 1995 y 2013, impulsaron al país a forjar cooperaciones con muchos actores como una forma de reforzar su seguridad, importar talento extranjero y aumentar su relevancia a nivel global.

Una plataforma conveniente para el surgimiento de iniciativas como la del Hospital Cubano.

“En Qatar había una demanda por desarrollar su sector sanitario y se encuentra con la disponibilidad y reputación de la medicina cubana, que se vuelve una fuente de ingreso para la isla en un momento difícil”, afirma Viramontes.

Qatar es una excepción dentro del internacionalismo cubano”, añade John Kirk, estudioso del tema en la Universidad Dalhousie en Canadá, “un ejemplo de Cuba intentando ganar dinero con el talento de sus médicos para subsidiar su sistema de salud, deteriorado por la situación económica”.

También es “una situación única” que exista un centro llamado Hospital Cubano fuera de Cuba con casi la totalidad de profesionales venidos de la isla.

Kirk cuenta que desde comienzos de la revolución cubana en los 60 hasta los 90, las misiones ocurrían sobre todo en países con menos recursos, pero que en las últimas décadas comenzaron también a darse en naciones más ricas, capaces de ofrecer más capital al Estado a cambio de su colaboración.

“Tales son los ejemplos de misiones recientes en Italia, Qatar y Arabia Saudita”, indica Kirk.

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