LA ESCALADA DEL CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y GAZA: RAÍCES HISTÓRICAS Y TENSIONES ACTUALES
La comunidad internacional se encuentra en estado de alerta ante la escalada del conflicto entre Israel y Gaza, que ha alcanzado niveles alarmantes con la incursión de milicianos palestinos armados en territorio israelí y la respuesta contundente del Ejército de Israel en la Franja de Gaza. Esta escalada ha dado lugar a un nuevo capítulo en un conflicto que tiene profundas raíces históricas y está marcado por tensiones territoriales, religiosas y políticas
que se han mantenido durante décadas.
El conflicto entre Israel y Gaza se remonta a la creación del Estado de Israel en 1948 y la guerra árabe-israelí que siguió, que llevó a la ocupación de territorios palestinos por parte de Israel. Desde entonces, las tensiones han persistido debido a la cuestión de la tierra, el estatus de Jerusalén, los asentamientos israelíes y la aspiración de los palestinos a un Estado independiente. Uno de los principales actores en esta escalada es el grupo extremista palestino Hamás, cuyo nombre completo es Movimiento de Resistencia Islámica. Hamás fue fundado en 1987 como respuesta a las difíciles condiciones de vida bajo la ocupación israelí y la percepción de que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) no estaba logrando avances en la causa palestina. Hamás busca la liberación de Palestina y la creación de un Estado palestino independiente en los territorios ocupados por Israel, incluyendo Jerusalén Este, y ha utilizado la resistencia armada como medio legítimo para lograr estos objetivos.
El conflicto ha tenido consecuencias devastadoras, con la pérdida de vidas humanas, daños significativos a la infraestructura y un profundo sufrimiento entre la población civil, que a menudo se ve atrapada en medio de la violencia. Además, ha exacerbado las divisiones en la región y en la comunidad internacional, lo que dificulta aún más la búsqueda de una solución pacífica y duradera.
Los esfuerzos de mediación y las negociaciones de paz han sido difíciles de mantener debido a las profundas diferencias entre las partes y la falta de confianza mutua. La comunidad global está profundamente preocupada por la posibilidad de que la escalada continúe, lo que subraya la urgencia de encontrar una solución pacífica y duradera a este conflicto de larga data que sigue cobrando vidas y causando sufrimiento en una región ya convulsionada.
