RECONSTRUYERON EL ROSTRO DE LA MOMIA JUANITA

Expertos de la Universidad de Varsovia en Polonia y la Universidad Católica Santa María  en Perú pudieron descifrar los rasgos faciales de la joven que fue sacrificada en Ampato.

En 1995, un grupo de arqueólogos liderado por Johan Reinhard escaló el nevado Ampato, ubicado a 6,318 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Caylloma, donde descubrieron un cuerpo congelado. Este cuerpo, vestido con prendas de tela, había sido sepultado hace 500 años muy cerca del cráter del volcán. La víctima era una adolescente de la civilización inca, sacrificada en honor al majestuoso volcán.

Esta joven se conocería como la Dama o Doncella del Ampato, en homenaje al nevado en el que se encontró. Casi tres décadas después del descubrimiento, los científicos del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia en Polonia y de la Universidad Católica de Santa María (UCSM) lograron recrear los rasgos de la niña mediante una escultura hiperrealista. Esta recreación escultórica se basó en tomografías del cuerpo, análisis de ADN, datos etnológicos, edad y complexión, entre otros factores.

En el proceso de estudio y ejecución de esta reconstrucción, se utilizaron técnicas forenses avanzadas. El equipo internacional de arqueólogos y científicos inició su investigación en 2018, documentando los cuerpos y objetos encontrados en el Ampato (provincia de Caylloma), así como en los volcanes Misti y Pichupichu en Arequipa, lugares donde los incas llevaban a cabo el ritual de la Capacocha.

Las especialistas Dominica Sieczkowsra y Bartlomiej Chielewski llevaron a cabo un estudio y documentación tridimensional del cuerpo de la “momia Juanita”, como también se le conoce, junto con los objetos hallados en su contexto funerario. Después del análisis tomográfico, las pruebas revelaron que la niña tenía entre 13 y 15 años al momento de su muerte y gozaba de buena salud. La causa de su fallecimiento fue un golpe en la parte derecha del cráneo, en la región occipital.

Para crear la reconstrucción escultórica, las científicas generaron imágenes digitales de la doncella a partir de las tomografías más recientes, resultados de ADN, datos etnológicos y otros hallazgos científicos. Toda esta información permitió a Oscar Nilson, arqueólogo y artista plástico sueco, emplear la técnica de Manchester para elaborar el rostro. Gracias a estos datos, se logró determinar que uno de los rasgos característicos de su rostro, en línea con las proporciones faciales típicas de las mujeres de la zona de los Andes, eran las mejillas prominentes. Esta información se usó para diseñar el aspecto facial en una computadora y finalmente crear el modelo que hoy se exhibe en el Museo Santuarios Andinos de la UCSM.

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