LA “NECESIDAD” DE UN NUEVO CUEVA PARA LA SELECCIÓN PERUANA
Artículo de Opinión:
En el fútbol, siempre ha existido un debate sobre quién es el jugador más importante en un equipo. Algunos defienden la relevancia de los goleadores, otros destacan la labor de los defensores, y no faltan los que ponen al arquero como la pieza clave. Sin embargo, hay un elemento que puede ser considerado aún más crucial: el desequilibrio. Este término hace referencia a la capacidad que tienen unos pocos jugadores en el mundo para romper esquemas, superar líneas defensivas con movimientos rápidos y eficaces, y ver pases y espacios donde otros no ven nada, creando así oportunidades de gol impredecibles.
Christian Cueva fue ese jugador desequilibrante para Perú, y su ausencia desde 2022 ha dejado un vacío notable. Mientras Argentina tiene a Messi y Brasil a Vinicius, Perú ya no cuenta con el creativo que pueda sacar una jugada inesperada. La falta de un jugador con estas características ha convertido a la selección en un equipo predecible y plano. Cueva era capaz de sorprender y generar oportunidades que nadie veía venir, y es por eso que su ausencia se siente tanto.
Piero Quispe ha sido señalado como el posible sucesor de Cueva. Sin embargo, las comparaciones han sido injustas. Quispe es más joven y está en una etapa de formación, abriéndose camino en el fútbol mexicano, aprendiendo a jugar como mediocampista ofensivo, y acumulando experiencia. Esperar que esté al nivel de Cueva en este momento es irrealista. La crítica debe ser paciente y considerar el tiempo necesario para que Quispe se desarrolle plenamente. Formar un sucesor adecuado llevará años, y con la experiencia vendrán los resultados.
No obstante, la selección peruana no tiene el lujo de esperar. Los resultados actuales son pobres y la Copa América se acerca rápidamente. La urgencia de tener un jugador desequilibrante es palpable, y por eso, el entrenador Jorge Fossati intenta recuperar a Cueva, perdonando sus desplantes y esperando su regreso. Pero la realidad es que Cueva, con casi 33 años y problemas físicos, no ha tenido un buen rendimiento desde 2022 y actualmente no tiene equipo. Esta situación nos obliga a trabajar con lo que tenemos y hacer magia con los recursos disponibles.