LA CRECIENTE RECUPERACIÓN TURÍSTICA EN EL VALLE DEL COLCA ES POSITIVA
El Valle del Colca, situado en la provincia de Caylloma en Arequipa, ha sido históricamente un faro de atracción turística en el sur del Perú, conocido por su impresionante belleza natural y rica herencia cultural andina. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 dejó una marca significativa en este destino icónico, alterando su dinámica económica y desafiando su capacidad de recuperación. La crisis sanitaria y eventos subsiguientes afectaron drásticamente el turismo en esta región, que enfrenta ahora el reto de retomar sus niveles de visita previos.
Durante el año 2023, el Valle del Colca recibió 205,366 visitantes, lo que representó una caída del 14.12% en comparación con los 239,140 del año anterior. Esta disminución también es notoria en comparación con los 275,623 turistas de 2019, reflejando una baja del 25.49% respecto a los niveles prepandemia. Este retroceso subraya los desafíos persistentes que enfrenta el sector turístico en la región.
No obstante, las noticias son prometedoras para 2024. En los primeros cinco meses del año, el Valle del Colca recibió 104,002 visitantes, un aumento del 104% respecto al mismo periodo del año anterior. Este repunte ha permitido que los niveles de afluencia se acerquen a los registrados en 2019, antes del impacto devastador de la pandemia, ofreciendo un respiro a la industria turística local.
El cambio en el perfil de los visitantes también es significativo. En 2019, el 62% de los turistas eran extranjeros, mientras que en 2024 este porcentaje ha disminuido al 42%. Actualmente, la mayoría de los visitantes son nacionales, un reflejo de las variaciones en la movilidad internacional y las condiciones de seguridad que han influido en la decisión de los turistas.
Mirando hacia el futuro, se prevé que el Valle del Colca logre una recuperación cercana a los niveles prepandemia. Con un objetivo estimado de 279,006 visitantes para finales de 2024, la región está en camino de revitalizar su sector turístico, impulsando la economía local mediante una promoción efectiva y una gestión turística estratégica. Esta recuperación no solo restaurará el flujo de turistas, sino que también revitalizará la economía regional, generando empleo y fortaleciendo la infraestructura turística.
