RAÚL MAMANI: EL CREADOR DEL MEJOR CAFÉ DEL MUNDO

Raúl Mamani Huamani, productor cafetalero del distrito de San Pedro de Putina Punco, en la provincia de Sandia, región Puno, ha conquistado el reconocimiento mundial con su café de alta calidad. Sus marcas Tunki y Uchuñari, elaboradas con procesos únicos y variedades excepcionales como la geisha, lo han llevado a ganar múltiples premios internacionales, destacando como uno de los máximos exponentes del café peruano.

Raúl Mamani Huamani, productor cafetalero

– Nos comentaron de que usted ha ganado el premio de mejor café alla en París. 

Sí, ganamos en 2012, cuando ganamos el primer lugar en la Expocafé, acá en Perú. En 2015 ganamos nuevamente en la Expocafé, el premio al primer lugar, bicampeón nacional. También he sido ganador, dos veces, campeón mundial en Estados Unidos, en una competencia de 63 países. Pero ganamos el premio del primer lugar. Acá está también el premio de 2022, cuando ganamos frente a 72 países, siendo reconocidos como el mejor café del mundo.

– ¿Qué características tiene su café en comparación con los demás productos que compitieron con usted?

Bien, el secreto está en el manejo, o puede ser la variedad. Yo tengo en mi chacra un 20% y un 80% de la variedad geisha. Con esa geisha ganamos los concursos nacionales e internacionales. El manejo del productor es clave, lo que incluye la cosecha selectiva. Uno de los puntos más importantes es el fermento. Si te pasas de una fermentación de 20 minutos a media hora, lo malogras. Si un granito defectuoso entra en esa taza y en la cata, lo arruina todo. Por eso cuidamos mucho el punto del fermento.

– ¿Desde cuándo nació ese negocio? ¿Siempre fue herencia familiar o iniciativa suya?

Sí, fue herencia familiar. Mi papá era cafetalero. Cuando era joven, estuve en el ejército en Huancané por dos años. Una vez salí del cuartel, fui en busca de mi papá, que vivía en la selva puneña, en Putina Punco, en el sector bajo Tunquimayo. Mi papá ese año no tenía casi nada, solo unos quince surcos de café. En ese año coseché 30 quintales y tuve que asociarme a la cooperativa Asecovasa, a la cooperativa San Jorge, en 1998. Más allá no había comercio justo, solo café convencional. Mi papá vendía café convencional, no había café orgánico ni certificaciones. A partir de 1998 recién llegó el comercio justo y las certificaciones. Gracias a mi papá, quien me heredó su trabajo, soy ganador y famoso por el café.

– Coméntanos, este proceso para ser reconocido siempre tiene un periodo largo. ¿Qué dificultades ha tenido como agricultor hasta lograr este reconocimiento mundial?

Así es. Primero, gracias a la asistencia técnica de los ingenieros de la municipalidad y del proyecto con los técnicos de Cecovasa, de mi cooperativa. Venían, nos capacitaban en la chacra, en poscosecha, abonamiento, etc. Entonces, la asistencia técnica es muy importante. Yo aprendí de las capacitaciones y cumplí con todas las etapas: la cosecha, la poscosecha, el secado, el fermento, todo. Gracias a eso, he sido dos veces campeón nacional acá en Perú y dos veces campeón mundial. Por eso, la capacitación de los profesionales no es en vano, y aquí están los resultados.

– ¿Ha recibido ayuda de su familia, del Estado o de iniciativas privadas?

Cuando gané en 2007, el primer premio que traje de Estados Unidos, la institución Vida me asignó una carretera. Antes, de Putina Punco a mi chacra no había carretera. Me asignaron 1 millón 750 mil soles para construir 12 kilómetros de pista hasta mi chacra. Pero Senasa nunca me visitó, ni una vez en 38 años como productor cafetalero. Recién me llamaron cuando hice el reclamo en la prensa.

– Estamos en Arequipa, ¿por qué razón quiere exhibir aquí sus productos? ¿Es menos conocido en esta ciudad?

Es una ciudad hermosa, la Ciudad Blanca. Tengo clientes acá, pero no los conozco en persona, solo por pedidos. Me llaman y me piden: “Señor Mamani, envíe 100 bolsas de Uchuñari” y yo les envio.

– ¿Ha pensado en exportar sus productos a otros países?

Sí. Mi café exótico, procesado por los Uchuñari, se va para Japón. También tengo pedidos para Corea. En Perú, mi café llega hasta Chiclayo, Trujillo, Tumbes, Tacna, Moquegua, Cusco, y especialmente en Puno, donde hay turistas que lo buscan. El café yo lo vendo a 80 soles de un cuarto, ellos ya lo venden a 250 nuevos soles, triplican el precio. Los gringos conocen, llegan en busca de este café, venen. Este café, uchuñari, y yo estoy vendiendo casi desde hace 13 años que la gente ya conoce, hasta ahorita que los clientes vienen en busca de este café.

– Como productor así quizás, vea, ¿qué beneficio es traer el café, más que todo en la salud? Porque uno puede decir que hay que tener información falsa de que no te vas a dar año, café, etc.

En 2010, visité un hospital en Estados Unidos y conversé con el doctor Elmer Huerta, quien afirmó que la cafeína no es dañina. Si lo fuera, los gringos no consumirían café. Es falso lo que dicen acá, que la cafeína hace daño.

– Según su experiencia, ¿es mejor tomar café con azúcar, puro o con leche?

Es al gusto.

– ¿Ha notado celos o envidia por parte de otros productores?

 Ah, no. Yo tengo que ser social … .tengo que compartir la experiencia y acompañar en que estás mal (a sus competidores). Yo les digo que  tengo esta semilla, la he traído de Estados Unidos y la semilla la guella. Acá en Perú no había. 

– Es este tipo de agricultura, ¿piensa difundirla así con sus hijos?

 Sí, mi hija quiere ser como yo, ganar premios y ser reconocida en el mundo.

– Un mensaje así para todos los productores para que sigan esmerandose cómo ustedes hayan logrado grandes logros?

Sí,.. A todos mis productores, no solamente productores de café, de todo producto que produce en Perú Cultivemos con orgullo. El café es nuestra bandera.

Premios de Raúl Mamaní

Por: Christian Ronaldo Ccahua Suni

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