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VÍA PROVISORIA «LA NUEVA MOLINA» CONSTRUIDA POR ROHEL SÁNCHEZ SUPERA LOS COSTOS DE LA INTEROCEÁNICA Y ACUMULA MÁS DE UN AÑO DE RETRASO

Una obra vial de apenas seis kilómetros en el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) ha escalado a convertirse en la carretera más costosa en la historia del Perú. Se trata de la vía La Nueva Molina, cuyo presupuesto se ha disparado a S/ 45 millones, elevando el costo unitario a S/ 7.5 millones (aproximadamente US$ 2.2 millones) por kilómetro. Esta cifra duplica el costo por kilómetro de la tristemente célebre Carretera Interoceánica, la cual fue de US$ 1.118 millones.

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🚧 El Escándalo del Sobrecosto y el Retraso Crónico

La carretera La Nueva Molina fue concebida con un propósito provisional: servir de acceso operativo al futuro puente de la autopista Arequipa-La Joya. Su construcción, iniciada en febrero del año pasado con un presupuesto inicial de S/ 30 millones, debía concluir en septiembre de 2024. Sin embargo, más de un año y dos meses después de la fecha límite, la obra se encuentra entrampada. El gobernador regional, Rohel Sánchez, reconoció durante una visita de supervisión que el avance físico apenas alcanza el 77%, a pesar de la significativa inyección de presupuesto que elevó el costo total en S/ 15 millones.

🏛️ La Trampa de la Administración Directa

El detalle que más alarma a los especialistas y fiscalizadores radica en la modalidad de ejecución. La obra es construida por administración directa, es decir, el propio Gobierno Regional de Arequipa la ejecuta con su maquinaria y personal. Esta modalidad es señalada como la principal causa de la falta de control y el sobrecosto.

El consejero regional Cesar Huamantuma ya había alertado sobre irregularidades en el proyecto, situación que fue confirmada por informes técnicos de la Contraloría. Sin embargo, la obra continuó sin las salvaguardas que implica la licitación a una empresa privada. En el contexto de la administración directa, no existen penalidades, ni ejecución de cartas fianza, ni multas por el retraso, lo que permite que el dinero continúe fluyendo sin que se establezcan responsables directos por el incremento presupuestal y el incumplimiento del cronograma.

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