Cuatro décadas restaurando vidas en La Unidad de Quemados del hospital Honorio Delgado

Los especialistas de la Unidad de Quemados celebraron un año más de trabajo constante y compromiso por recuperar a las personas que resultaron heridas con quemaduras graves

Anibal Pepper Figuera lleva marcado en el corazón el recuerdo de un menor que perdió todos los dedos de las manos a raíz de una explosión en su vivienda. Aunque lo dieron por muerto el personal asistencial de la Unidad de Quemados del Honorio Delgado Espinoza, batalló para salvarle la vida y el pequeño, además, tuvo que soportar, a lo largo de seis años, 7 operaciones que permitieron reconstruir los dedos y devolverle la movilidad que había perdido.

“Cuando lo volví a ver, el pequeño me dijo que ya podía escribir e ir solo al baño. Se hizo un nudo en mi guargüero (garganta) por la emoción que sentí”, rememora el médico que fue uno de los fundadores de la Unidad de Quemados del hospital Honorio Delgado e invitado de honor en la celebración por los 40 años de su creación.

LUCHA CONTRA LA MUERTE. Durante todos estos años, los especialistas han realizado un intenso trabajo para, precisamente, reconstruir con especial cuidado y atención aquello que el fuego, la electricidad o el agua caliente dañó y marcó a niños y adultos durante algún accidente.

Aunque se formó en la Universidad Nacional de San Agustín, Anibal Pepper trabaja y radica en los Estados Unidos, pero siempre ha retornado al país trayendo ayuda a diversos hospitales con fondos recaudados entre médicos peruanos que radican en Norteamérica, su apoyo fue fundamental para capacitar a los médicos del Honorio Delgado y sobre todo equipar a la Unidad de Quemados que en un principio tenía una tasa de mortalidad excesivamente elevada, pero con el tiempo, la situación ha cambiado radicalmente. Hoy en día tan solo una o dos personas fallecen al año.

“Siempre vinimos con las nuevas tecnologías para apoyar a nuestros médicos y hoy la Unidad de Quemados es una de las más exitosas del país que cumple estándares americanos, es una isla en medio de la pobreza y el caos que hay”, refiere el médico invitado.

RETOS A FUTURO. El cirujano plástico Jorge Luis Almendariz, es el jefe de la Unidad de Quemados y sostiene que con el incremento de personal, has más técnicos, se duplicaron las enfermeras a 22 y ahora tiene tres especialistas y el apoyo de médicos residentes, el reto que tienen a futuro es poder ampliar el área de atención, puesto que las 10 camas que tienen instaladas son insuficientes para atender la mayor demanda, pues no solo reciben a pacientes de Arequipa y regiones del sur del país, sino también a los referidos desde el norte.

“Algunas veces nos hemos visto imposibilitados de recibir pacientes en la misma unidad y los hemos mantenido en otras ambientes porque sobrepasaba la capacidad que tenemos. Necesitamos crecer” dijo el especialista

Su jefatura ya ha enviado a la dirección del hospital la propuesta para ampliar la unidad ocupando una de las habitaciones del quinto piso que puede albergar seis pacientes, allí se puede crear cuidados intermedios para los pacientes que no tienen quemaduras graves.

También ha planteado la instalación de una cama UCI en el quinto piso para pacientes quemados en situación crítica. Recientemente, una mujer tuvo quemaduras de tercer grado en el 80% de su cuerpo a raíz de una explosión ocurrida al interior de un taller pirotécnico en Cerro Colorado, ella fue internada en Trauma Shock del área de emergencia, pero falleció.

“Una cama, con dichos cuidados, debemos tenerla en nuestra unidad para dar una mejor atención al paciente y aunque sus posibilidades de sobrevivencia no sean buenas, siempre vamos a luchar hasta el final. procuramos darle todo lo que tenemos para vivir”, remarcó Jorge Luis Almendariz.

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