UN DIÁLOGO CON JUAN CARLOS GALLEGOS MANCILLA: GUARDIÁN DE TRADICIONES EN AREQUIPA

En la tranquila ciudad de Arequipa, Juan Carlos Gallegos Mancilla, un hombre de 67 años, representa la continuidad de una tradición familiar de generación en generación. Hace tres décadas se unió al icónico restaurante “El Machuquita”, conocido por su delicioso queso helado arequipeño. Con su esposa como parte de la tercera generación y sus hijos como la cuarta, Juan Carlos ha visto pasar turistas de todo el mundo por su establecimiento, cada uno atraído por el sabor auténtico y la cálida hospitalidad.

¿Desde cuándo comienza usted en el negocio?

El negocio es básicamente de mis señores suegros Machuca, yo trabaje en el Magisterio, yo me retire del Magisterio y estoy como 30 años aquí trabajando, pero mi señora esposa es de la tercera generación, mis hijos eran la cuarta generación vendiendo queso helados arequipeños

¿Qué es lo más complicado que ha tenido que pasar en este negocio?

La pandemia, después todo bien la pandemia nos ha samaqueado un poquito como a tanta gente, ha tantos lugares

¿En la pandemia usted como pudo sobrellevar el tema económico?

Gracias a Dios yo soy pensionista del estado y tuve mis pensiones todos los meses tanto mi esposa como yo

¿Alguna visita notable tuvo aquí en su restaurante?

Aquí en este negocio viene todo tipo de personas del mundo, vienen de Brasil, Argentina, Inglaterra, Francia de todo el mundo vienen a comer aquí queso helado los turistas

¿Cuál es la rutina diaria? ¿A qué hora abre?

Yo estoy aquí desde las 5:30 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, en la mañana vendo el famoso té piteado lo típico y natural de Arequipa una costumbre de Arequipa y ahí entro con el queso helado y antes vendía como era el restaurante “El Machuquita” antes vendía caldo de lomos, caldo de gallina, lomo saltado, churrasco, bistec montado, apanado, atomatada, por motivos de la pandemia ya no se puede hacer muchas cosas y como somos pensionistas del estado, le estamos entregando a mi nuera, mi hijo se acabó de ir y a quien le gusta de mis hijos que se quede, porque no somos eternos.

¿Usted ha tenido alguna aspiración diferente a lo del trabajo que tiene actualmente?

Con tantas cosas que se ven y los mismos antiguos dicen que después de esta no hay otra, si tengo mi casita de 3 pisos le he regalo un departamento a cada uno de mis hijos tengo dos hijos, dos profesionales, uno profesor y el otro que trabaja en la cervecería, entonces para qué hay que darse trato gusto salir a pasear, yo que estoy haciendo no es lo que estoy haciendo con mi esposa y mis hijos vamos de aquí allá.

¿Cuáles son planes a futuro que tiene para el negocio?

Ya no puedo pensar en el futuro, ya soy un hombre de 67 años, si el señor todo poderoso me da vida es para seguir viviendo ya no es para comprar casa o carros o comprar terrenos, tenemos que ser realistas no somos eternos si el señor nos manda a llamar tenemos que partir, la única tristeza es dejar a los hijos y si los hijos se acuerdan de nosotros bien y sino igualito.

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