El Congreso de la República: ¿ El poder dominante en el Perú?

La Compañía Peruana de Estudios de Mercado y Opinión Pública S.A.C. (CPI) ha revelado una verdad alarmante en su reciente estudio de Opinión Pública Nacional: la ciudadanía está convencida de que los congresistas tienen más poder que las otras ramas del gobierno. Este hallazgo no solo es preocupante, sino que también arroja luz sobre la crisis de confianza que aqueja al país.

Entre el 27 de mayo y el 2 de junio de 2024, se llevó a cabo este estudio que muestra un panorama desolador. Los peruanos creen que el Congreso ejerce un poder desmedido, eclipsando al Ejecutivo y al Judicial. No es difícil entender por qué. Las constantes controversias y escándalos que envuelven a los legisladores han creado una atmósfera de desconfianza y escepticismo.

La opinión pública está firmemente en contra de los privilegios desmedidos de los congresistas. El 86.6% de los encuestados considera que el salario de 15,000 soles mensuales es excesivo. Este salario, comparado con los ingresos de la mayoría de los ciudadanos, no solo es desproporcionado, sino que también refuerza la idea de que los legisladores se enriquecen indebidamente con el dinero del gobierno. Estos ingresos elevados, junto con otros beneficios y prerrogativas, alimentan la percepción de que los congresistas están desconectados de la realidad del ciudadano común y usan su posición para su propio beneficio.

A esto se suma la noción de un pacto oscuro entre el Ejecutivo y el Legislativo, una alianza para protegerse mutuamente a expensas de la transparencia y la rendición de cuentas. Esta percepción de complicidad y corrupción compartida no solo socava la confianza en el Congreso, sino que también arrastra al Ejecutivo, liderado por una presidenta Dina Boluarte que apenas cuenta con un 8.1% de aprobación frente a un abrumador 88.2% de desaprobación.

La falta de confianza no se limita al Legislativo y al Ejecutivo. Aunque el estudio no proporciona cifras detalladas sobre el Poder Judicial, es evidente que este también está manchado por la desconfianza generalizada. La percepción de ineficacia y corrupción en todas las ramas del gobierno es un cáncer que amenaza con desestabilizar el sistema democrático del Perú.

La idea de un Congreso todopoderoso y corrupto tiene consecuencias devastadoras. El descontento social crece, al igual que la polarización política. La ciudadanía percibe que las instituciones no funcionan de manera justa ni efectiva, y esto erosiona la confianza en la democracia. La inestabilidad política es el siguiente paso inevitable si no se toman medidas drásticas

Es urgente implementar reformas que limiten los privilegios de los congresistas y promuevan la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles del gobierno. El análisis de opinión realizado por la CPI pone de manifiesto una realidad preocupante: el Congreso se ha convertido en un símbolo de poder desmedido y corrupción en el Perú. Legisladores, Ejecutivo y Judicial deben unirse para restaurar la confianza pública.

Solo a través de una gobernanza transparente y responsable se podrá fortalecer la democracia y asegurar un futuro más equitativo para todos los peruanos. Este artículo busca desentrañar los hallazgos del estudio de manera crítica y ofrecer una visión clara de las percepciones ciudadanas y sus posibles repercusiones. La tarea es monumental, pero imprescindible para salvaguardar la democracia en el Perú.

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