DERROTA FRENTE ARGENTINA: LECCIONES QUE DEBEMOS APRENDER

Artículo de Opinión.

La Copa América se inició con expectativas bajas, pensando que no se superaría la fase de grupos. Y, desafortunadamente, eso fue lo que ocurrió. Sin embargo, creo que ni siquiera los más pesimistas habrían anticipado que saldríamos del torneo de la manera en que lo hicimos: como una selección que parece no haber aprendido de sus errores. Continuamos confiando en jugadores que ya no deberían estar en el equipo, no solo porque no tienen los méritos, sino porque su presencia, en algunos casos, se percibe casi como una falta de respeto.

La selección peruana no cuenta con grandes jugadores, pero eso no puede ser una excusa. Perú siempre ha sido un equipo acostumbrado a verse y sentirse inferior a los demás, pero en algunos momentos logramos sobreponernos. Ahora, después de la derrota contra Argentina, podemos decir que ciertos jugadores no volverán más a la Copa América: Paolo Guerrero, Cristian Cueva, André Carrillo, Edison Flores, Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Aldo Corso e incluso Yoshimar Yotun, quien no fue convocado. Esta fue su última oportunidad, y lamentablemente se despidieron de manera poco satisfactoria.

No todos tuvieron un rendimiento terrible, pero esta Copa América marcó su despedida. Debemos centrarnos en el futuro, en lo que viene, que es lo más importante junto con el presente. El pasado debe quedarse atrás, como un recuerdo, bueno o malo, pero no debe influir en nuestras acciones actuales. La selección peruana, al igual que las personas, es el resultado de las decisiones que toma a partir de ahora y el futuro que desea alcanzar. Entonces se tiene que mirar hacia adelante, y si en ese futuro no están Cueva, Carrillo, Guerrero, o incluso algunos jugadores jóvenes que no demostraron lo que se esperaba de ellos, entonces tendremos que avanzar sin ellos.

Contra Argentina sabíamos que necesitaríamos un milagro para clasificar. Dependíamos también del partido entre Canadá y Chile, y con su empate, si Perú ganaba, habríamos clasificado. Pero para ganar tienes que marcar goles, y Perú no es una selección que genere muchas oportunidades. Además, enfrentábamos a un equipo que prácticamente no nos dejaba salir de la mitad del campo. Aunque Argentina jugó con suplentes y sin Messi ni Scaloni dirigiendo, siguen siendo una selección que prácticamente gana por inercia.

Argentina puede jugar con suplentes y aun así ganar sin mayor esfuerzo. Nosotros luchábamos para pasar la mitad del campo, en parte porque no tenemos una calidad de jugadores tan alta, y en parte porque somos un equipo que nunca se acostumbró a jugar con una línea de tres defensores.

La línea de tres no ha funcionado en partidos competitivos. Funcionó en amistosos contra equipos menores, pero no en partidos importantes contra rivales de peso como Chile, Canadá o Paraguay. Los propios jugadores han dicho que no se sienten cómodos. Es mejor volver a la línea de cuatro, con un lateral derecho, un lateral izquierdo, dos centrales y armar el equipo como siempre lo hemos hecho. No hay necesidad de intentar reinventar la selección desde el esquema.

Paolo Guerrero, Cueva y Carrillo ya no están en condiciones de aportar a la selección. Jugadores como Grimaldo y Bryan Reyna necesitan más minutos y sentirse importantes dentro del plantel. No tenemos grandes mediocampistas ni delanteros, y parece que no hay interés en probar a otros. Aunque el entrenador es importante, nuestros problemas no se solucionan únicamente cambiando de técnico. Era necesario que Reynoso no continuara porque el equipo empeoraba con cada partido, pero el cambio de entrenador no nos iba a hacer jugar mejor automáticamente.

Fossati fracasó en la Copa América no solo por ser eliminado en la fase de grupos, sino porque no pudo encontrar el equipo que quería, no dio oportunidades a los jugadores que realmente se las merecían y decidió volver a confiar en futbolistas que ya no aportan nada. Pero depende de él reconocer esto y tomar una decisión. Parece que no hemos aprendido nada, pero eso lo determinarán los que toman las decisiones importantes. De esta Copa, aprendimos que hay jugadores que ya no deberían estar en la selección y que hay que cambiar el sistema. Si no aplicamos estas dos cosas básicas, seguiremos en el mismo camino de siempre.

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