ISRAEL Y HAMÁS: ¿Cómo lograr negociación si no hay voluntad para alcanzar la paz de ambos lados?

El conflicto en curso que se vive en medio oriente entre Israel y Hamás, en una semana se ha convertido en una de las más grandes crisis territoriales en años. Si bien los enfrentamientos en torno a Gaza son frecuentes desde 2008, actualmente está llegando a límites humanitarios espeluznantes. 

Si bien el conflicto dividió en bandos al mundo, la verdad es que es un problema que le compete a toda la humanidad, porque se trata de reconocer la autonomía de seres humanos, más allá de religión. 

Es difícil explicar el origen de esta guerra, porque está llena de interpretaciones de grupos extremistas sobre concepciones religiosas y territoriales, así como cuestiones de política internacional entre un bando y otro. 

¿PERO CÓMO INICIÓ ESTE CONFLICTO?

La guerra entre los judíos y los árabes surge con el sionismo como respuesta al antisemitismo vivido en el mundo durante toda la historia moderna. Los Judíos en Europa son discriminados por cuestiones religiosas y son considerados como responsables de la muerte de Cristo. 

Para el movimiento sionista habían diferentes opciones donde crear este estado propio, pero la tradición judía indica que “Israel” está en el área geográfica conocida como Palestina, entre el mar mediterráneo y el valle del río Jordán, pertenecientes al imperio otomano. Sin embargo, esta población era mayoritariamente árabe y la zona era sagrada tanto para musulmanes como para cristianos.

Con la Primera Guerra Mundial, el ejército otomano perdió más de dos tercios de sus soldados y murieron hasta tres millones de civiles. Al terminar la Gran Guerra el imperio desapareció y las potencias mundiales se repartieron varios territorios, pasando Reino Unido a administrar la región de Palestina. 

En 1917, Reino Unido respaldó el establecimiento de un hogar nacional para judíos en palestina, mediante la declaración de Balfour el primer documento oficial en el que se respalda la creación de “un hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina.

Con la Segunda Guerra Mundial en 1939 esta la ideología antisemita nazi se incrementó. Los alemanes atribuyeron la deuda tras su derrota a los judíos. En un primer momento, se buscaba expulsarlos y limitar su acceso a recursos, pero poco a poco inició el éxodo judío más grande de la historia de la humanidad. El holocausto. En este tiempo el número de judíos que emigraron a Palestina ascendió y las tensiones entre las dos poblaciones se incrementaron con guerras y ataques terroristas entre ambas partes. 

En 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas propuso el protocolo 181 que pone fin al mandato británico y dividiría a palestina en dos Estados independientes, uno árabe-palestino. Los israelíes aceptaron esa decisión pero los árabes lo consideraban una pérdida de sus tierras y el plan de la ONU no se implementó. Sin embargo, el 14 de mayo de 1948, el líder judío David Ben-Gurión proclamó el Estado israelí y al día siguiente cinco países árabes vecinos le declararon la guerra. Este es el primer conflicto de alta intensidad árabe-israelí.

En 1967, por fricciones diplomáticas con Egipto, la fuerza aérea israelí logró invadir la orilla del canal de Suez e inició “la guerra de los seis días” que enfrentó a Israel con una coalición libre formada por la República Árabe Unida (Egipto y Siria), Jordania e Irak. Ante esto, surgieron los acuerdos de Camp David firmados el 17 de septiembre de 1978  y el tratado “Tierra a cambio de paz”, logrando que Israel regresara a Egipto el área del Sinaí, y Egipto cediera ante la victoria a los israelíes la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. 

Casi una década después, surgió el primer levantamiento dentro de la Franja de Gaza contra israelíes liderado por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ya que fueron desplazados de sus pueblos originarios. Este primer levantamiento buscaba destruir el estado de Israel y la autodeterminación de los árabes palestinos aunque posteriormente declaró la independencia de Palestina y renunció al uso del terrorismo para conseguir sus objetivos políticos.

El mismo año se fundó el grupo islamista Hamás (Movimiento de Resistencia Islámica) en la región de Gaza. 

En 1993 se firman los acuerdos de paz en Oslo entre Israel y la OLP. Por estos acuerdos, Israel brindaría autonomía a territorios palestinos y regresaría Gaza a Palestina. Sin embargo, Hamás se negó a formar parte y desde entonces comenzaron una serie de ataques violentos que incluyeron la muerte y tortura de civiles.

¿HAMÁS ES O NO ES UN GRUPO TERRORISTA?

La guerra y el terrorismo son, en realidad, actos de lesa humanidad. Pero, para responder esta pregunta es necesario diferenciar entre ataques militares y ataques terroristas.

De acuerdo con el informe “Violencia y uso de la fuerza” de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2008, los militares deben seguir 4 principios básicos en operaciones de combate internacional. El principio de distinción que sólo permite dirigir ataque contra combatientes y objetivos militares; el principio de limitación que obliga a los ejércitos el uso de armas que no causen sufrimientos innecesarios; y el principio de proporcionalidad, que busca un balance entre civiles muertos y heridos y la ventaja militar directa prevista, en pocas palabras, se prohíben ataques que causen más daños a personas externas al combate que a enemigos. El cuarto habla del arresto y detención, que habla de la ilegalidad de tomar rehenes en una guerra; se pueden hacer arrestos relacionados a otros combatientes más no a civiles, están expresamente prohibidos la tortura y tratos penales cueles e inhumanos. 

Los tratados de Derecho Internacional Humanitario (DIH), como los cuatro convenios de Ginebra y la Convención de Ottawa de 1997 estipulan que las personas que participan en los conflictos armados deben distinguir, en toda circunstancia, entre civiles y combatientes y entre objetivos civiles y objetivos militares. Con el fin de proteger a todo civil y evitar el uso de estas personas como “escudos humanos”. 

Por un lado, si bien parte de la comunidad internacional y en especial la Organización de Naciones Unidas critica duramente las medidas de Israel por lo afectada que suelen verse las personas que quedan en medio, los objetivos son estratégico-militares, no existen ataques deliberados a civiles o tiroteos a personas desarmadas.

Sin embargo, los ataques de la organización política de Gaza incitan claramente al odio y difunden terror en la población. Tomando rehenes y asesinando en cámaras a ciudadanos claramente desarmados. Aún más claro, esta organización tiene diferentes brazos o suborganizaciones que se encargan del crimen organizado, de política de estado y religioso-radicales, que incitan a personas a dejar sus comunidades con fines políticos disfrazados de religiosos.

¿ALGUIEN TIENE LA RAZÓN?

Este conflicto se convirtió al día de hoy en el conflicto religioso, político y territorial más grande del siglo XXI y durante años ha mantenido a la región en tensión y en constante discusión con la comunidad internacional. 

Para el año 2000 miles de hombres se suicidaban con bombas ante la mezquita Al-Aqsa en el Monte Santo, denominada como “la segunda intifada” o segunda rebelión. Ante esto, Israel invade Cisjordania en 2002. El primer conflicto armado de gran escala entre la organización terrorista Hamás e Israel surgió en 2005 y pese a que en ese momento Israel había retirado sus tropas, Hamás lanza misiles al otro lado de la frontera al tiempo que se enfrentaba con su rival político OLP, a quien posteriormente venció para obtener el control de Gaza. 

Tras la llegada del grupo islámico al poder de Gaza en 2007, Israel y Egipto propusieron un bloqueo terrestre y marítimo sobre la zona, enfureciendo aún más a la agrupación política armada, que constantemente se plantea ingresar a Israel por la fuerza con enfrentamientos en objetivos militares.

Para el 2014, Israel lanza una nueva ofensiva donde mueren más de 1,000 palestinos, incluyendo niños y civiles. El 6 de mayo de 2021, Israel aprobó desalojar palestinos de la comunidad Sheikh Jarrah al este de jerusalén como parte de su política para acelerar los asentamientos de colonos judíos en esa parte de la ciudad. 

Con el último ataque, el pasado sábado 7 de octubre cuando militantes armados han ingresado al sur del país, provenientes de Gaza. Esta operación militar la llamaron “Tormenta de al-Aqsa” y asegura haber atacado posiciones enemigas, aeropuertos y bases militares con 5.000 cohetes. Muhammad Al-Deif, comandante militar de Hamas hace un llamamiento a un levantamiento de todas las naciones islámicas en contra de Israel. 

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu declaró el Estado en guerra y lo que siguió de eso, fueron intensos enfrentamientos entre las dos fuerzas, que dejaron en medio cientos de civiles, durante más de una semana. 

Ante esta crisis, se dividió la comunidad internacional en dos bandos: el “eje de resistencia islámica” y los países aliados a Israel.

Por un lado, Israel se declaró en estado de guerra y su decisión se ve apoyada principalmente por Estados Unidos quien logró que Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos reconozcan el derecho de Israel a defenderse. Según los acuerdos de Abraham de 2020 Marruecos y Bahréin también reconocen el Estado de Israel.

Ante esta situación el actual presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden Jr,  visitó el pasado miércoles 18 de octubre Tel Aviv para reiterar su apoyo diplomático, financiero y militar. Su mensaje fue claro e insta a las personas a reconocer el terrorismo en las acciones de la organización palestina Hamás. 

La gran mayoría de los Estados miembros de la UE está a favor de Israel. Además, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, también apoyó a Israel e hizo un llamamiento a la solidaridad y el cese de la violencia.

Por su parte, Hamás cuenta con el apoyo de países árabes como Irán, Siria, Líbano, Irak y Yemen. Y se presume que Argelia, gracias a los acuerdos que firmó Israel con Marruecos ya que en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores argelies se mencionan los ataques de Israel a Gaza pero no se abordan aquellos hechos por Hamás. 

Especialistas temen que, si la respuesta de Israel a Hamás logra desencadenar la furia de países islamistas, las consecuencias humanitarias serán desastrosas. 

El académico del departamento de Estudios Internacionales (ITAM) y periodista mexicano, Fausto Pretelin Muñoz, indica que para Israel esto es “una venganza” y le preocupa ya no solamente que Israel invade Gaza, sino que se involucre Irán.

Lo cierto es que Irán apoya con armas y dinero a milicias islamistas que se proponen erradicar al Estado judío. Más de 100 millones de dólares (USD), son invertidos por Irán cada año para apoyar grupos radicales palestinos, de acuerdo con el Departamento de Estado de EE.UU.

El experto en Irán del “think thank” FDD, Behman Ben Taleblu, indicó que efectivamente el país islamico ha entrenada, financiado y equipado a grupos como Hamás y otros, porque en sus políticas de estado prioriza la derrota de los países potencia occidentales. 

La razón por la que cualquier país se posicionaría en un bando, se debe a estrategias geopolíticas y al buscar tener mayor influencia en una región ya que se encuentra en el centro de tres continentes y, en esta medida, domina el Norte y el litoral mediterráneo oriental.

GAZA LA CÁRCEL MÁS GRANDE DEL MUNDO

Con apenas 360 km2 Gaza es un enclave donde viven más de 2 millones de palestinos. Tiene un porcentaje de pobreza del 53% y el 63% de sus habitantes se encuentran en un estado de inseguridad alimentaria. Además, tienen prohibido salir de la zona y traspasar la frontera a menos que sean emergencias, por lo que es considerada como la cárcel abierta más grande del mundo.

Un enorme muro de 60 km de longitud con una barrera subterránea de hormigón y alambre de púas  rodea la frontera Israelí y marca una línea divisoria que aísla a los palestinos en Gaza del resto del mundo. Del otro lado, es imposible acceder más allá de 11 kilómetros al norte marítimo de Gaza. 

La frontera con Egipto también está delimitada por una valla enorme de 12 km de longitud, donde el estado egipcio controla meticulosamente la entrada de los ciudadanos palestinos provenientes de Gaza. Por eso, aunque quisieran están imposibilitados a migrar en masas.

Actualmente hay casi 400,000 desplazados internos, quienes se quedaron sin hogar debido a las bombas que destruyeron sus posesiones. Sin luz, agua, poco acceso a comida y sin tener a dónde ir, los palestinos parecen estar en un abismo.

EL ANTISEMITISMO Y ISLAMOFOBIA CRECEN

Mientras escala la guerra en medio oriente, en el resto del mundo crece el antisemitismo, tanto como durante la segunda guerra mundial. 

Heidi Beirich, cofundadora del Proyecto Global Contra el Odio y el Extremismo; así como Brian Levin investigador del extremismo de la Universidad Estatal de California, explican que cada vez que surge un conflicto entre Israel y los palestinos, los judíos en todas partes del mundo sufren algún nivel de violencia de odio que parece estar justificado nuevamente con fines religiosos, como en el holocausto. 

Tanto en internet como fuera de él crecen las amenazas a judíos. Por ejemplo en St. Louis, Missouri, se pintó con aerosol una esvástica en el costado de un camión y en diferentes lugares de latinoamérica se ven pintadas estrellas de cinco extremos en restaurantes o edificios que alberga personas que profesan esta religión o son israelíes. 

Por otro lado, debido al fundamentalismo islámico, de acuerdo con Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), es el islamismo radical como la política ideológica proclamada por los yihadistas, que es una tendencia ideológica radical que apoya la guerra santa y el uso de prácticas radicales como el terrorismo, principalmente en los países de Oriente Medio, pero también gracias a atentados en el occidente del mundo se incrementó la xenofobia y rechazo ante ciudadanos árabes y practicante musulmanes.

LA VERDADERA VÍCTIMA DE LA GUERRA

De acuerdo con declaraciones de los diferentes organismos de la Organización de Naciones Unidas, esta es la mayor crisis humanitaria de 2023.

Cada acto de guerra entre un lado y otro violan derechos de lesa humanidad. Es atemorizante las claras consecuencias que se visualizan para los habitantes de la Franja de Gaza; y en general, del medio oriente si se desatara una guerra entre varios países de la región. 

Hamás ha dejado un número de víctimas considerables en el territorio Israelí, pero nunca había trascendido tanto como el presente año, con los ataques en comunidades civiles y festivales juveniles cerca de la frontera en el kibutz Reim, así como ataques en diferentes kibutz en el sur del país, donde fueron asesinadas familias enteras a sangre fría. 

Por otro lado, las víctimas que ha dejado Israel en Gaza en décadas de conflicto son enormes. Si bien Israel busca mitigar los levantamientos armados de Hamás, termina por bombardear zonas en medio de civilizaciones, instituciones de salud, organismos no gubernamentales y medios de comunicación palestinos. Según la Organización de Naciones Unidas, la región está muy cerca de quedarse sin agua, y el número de desplazados palestinos en Gaza supera las 300,000 al huir de las bombas en el norte de la nación. 

Hoy, unos 220.000 de estos desplazados se albergan en 92 escuelas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), un organismo que ya cuenta doce muertos entre su personal. La organización pidió explícitamente a Israel no atacar estas escuelas, donde sólo hay niños, mujeres, ancianos y trabajadores civiles.

A pesar de los pedidos de la comunidad internacional, aún mantienen los bloqueos de acceso a recursos básicos a la región, aunque estas medidas afectan más a la población civil que a los grupos armados, haciendo más vulnerables a los jóvenes de ser reclutados con fines políticos por terroristas, deshumanizandolos.

Aunque no existe un consenso sobre el culpable del conflicto, se puede concluir que persiste gracias al egoísmo de los seres humanos, quienes pretenden controlar poblaciones según sus preferencias y aspiraciones políticas con pretextos religiosos, incentivando el odio y la división xenofóbica en todo el mundo. 

En toda la humanidad, las guerras son justificadas con fines que parecen nobles, pero tienen un motivo egoísta detrás y la pregunta que surge ante este conflicto es… ¿Cómo lograr una negociación si nunca vas a reconocer la existencia del otro Estado? ¿Cómo lograr negociación si no se percibe un ápice de voluntad para alcanzar la paz de ambos lados?

Entre los países que apoyan un bando con fines estratégicos y los que apoyan los ataques con intenciones de clara dominación religiosa en la región, sólo se incrementa el número de desplazados y víctimas que no pueden elegir entre la paz o la guerra. Se ven obligados a permanecer en medio de un conflicto sangriento y completamente injustificado, que pudo ser mediado si las divisiones políticas del mundo moderno y el poder no se definieran por la cantidad de terreno que posee cada Estado.

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