SE HAN REGISTRADO 23 MIL CASOS DE VIOLENCIA FAMILIAR DESDE ENERO

La violencia familiar en Arequipa se ha convertido en una preocupación cada vez más urgente, con un aumento constante en el número de casos registrados en la región desde enero. Esta tendencia al alza, en especial en lo que respecta a la violencia dirigida hacia las mujeres, es motivo de inquietud para las organizaciones que se dedican a promover la lucha contra la violencia y brindar apoyo a las víctimas.

A pesar de las expectativas de mejora, la violencia contra las mujeres y los miembros de la familia continúa en aumento en Arequipa durante el año 2023, con más de 23 mil casos registrados hasta la fecha. Este sombrío panorama se ha destacado por la fiscal superior María del Rosario Lozada Sotomayor, quien lidera el Despacho de la Fiscalía Superior Especializada en Violencia Contra la Mujer en Arequipa.

La gravedad de esta problemática es evidente, y el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar – Aurora, ha informado que hasta septiembre de este año se han atendido 12,866 casos en los 24 Centros de Emergencia Mujer de Arequipa (CEM). En estos registros recientes, se destaca que la violencia psicológica representa el 51.6% de los casos, seguida por la violencia física con un 33.4%, la violencia sexual con un 14.7% y la violencia económica con un 0.4%. La mayoría de las víctimas son mujeres (80.5%), mientras que el 19.5% restante son hombres. Las edades más vulnerables son de 18 a 59 años y de 0 a 17 años, representando el 52.7% y el 40% respectivamente.

Sin embargo, estas cifras solo reflejan un problema profundamente arraigado en la estructura de la sociedad arequipeña durante muchas décadas. La persistencia del machismo sigue teniendo un impacto negativo en la sociedad, y su arraigo es de carácter generacional. “Estamos hablando de personas mayores de 40 y 50 años, y es necesario que se produzcan cambios”, explicó Lozada.

Lamentablemente, esta situación ha resultado en 18 feminicidios en lo que va del año, superando en más del 60% los casos reportados en 2022. Aunque todos los feminicidios están siendo investigados por el Ministerio Público, solo en 9 de ellos se ha logrado la prisión preventiva para los presuntos agresores.

Además, de los 9 casos restantes, en 2 se solicitó la prisión preliminar para el agresor, pero estos han huido y su captura es responsabilidad de la Policía Nacional del Perú (PNP). Mientras tanto, otras investigaciones se han calificado como tentativas de feminicidio, y las investigaciones continúan sin la solicitud de prisión preventiva.

A pesar de estas preocupaciones, el Ministerio Público enfrenta desafíos adicionales, como la falta de laboratorios para obtener resultados rápidos en el Instituto de Medicina Legal de Arequipa. Esto podría afectar la celeridad de los procesos judiciales. “Necesitamos un laboratorio de ADN en Arequipa. Necesitamos acceso a los teléfonos celulares ubicados en la escena del delito para poder acceder a su contenido, actualmente tenemos que enviar todo a Lima, lo que resulta en tiempos muertos, a veces de hasta un año”, señaló, haciendo referencia incluso al feminicidio de la universitaria A.P.V.R., quien fue asesinada con más de 30 puñaladas en la UNSA.

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