ESPECIALISTAS INDICAN QUE OJO PEREZOSO EN NIÑOS DEBE TRATARSE A TIEMPO

En este regreso a clases es importante revisar la vista de los más pequeños de la casa, ya que la dificultad para el aprendizaje en niños puede estar relacionada con la presencia de la ambliopía u ojo perezoso. Conozca más sobre esta enfermedad y por qué debe tratarse apenas se detecte.

Médicos especialistas en oftalmología indican que “quienes tienen este problema ocular presentan visión borrosa y plana en uno de los ojos a pesar de estar bien anatómicamente debido a que tienen un problema refractivo como miopía alta, astigmatismo o estrabismo, que al no ser corregido con anteojos impide al ojo desarrollar al máximo su función visual”.

La mayor causa de su aparición puede ser el estrabismo que hace que los ojos pierdan paralelismo, sin embargo, también puede ser por retinopatía del prematuro, catarata congénita, enfermedades congénitas sindrómicas, malformaciones oculares o de la órbita, entre otras.

Es importante tener presente que en el caso de la ambliopía, en la mayoría de los casos, el ojo no está dañado y solo necesita tratamiento para forzarlo a desarrollar al máximo su función visual, pero este debe recibirse antes de los 6 años porque solo hasta esta edad se desarrolla la visión. “De 6 años en adelante el niño ya no aprende a ver bien porque su cerebro nunca interpretó lo que es tener una buena visión” indican.

Por ello recomiendan mucho que todos los niños antes de los 6 años sean evaluados por el oftalmólogo, aun si no tienen ninguna molestia, para descartar algún problema ocular  reciban tratamiento temprano, de ser necesario, porque el ojo perezoso que no es tratado puede ocasionar pérdida de la visión de manera permanente. 

Los niños con ambliopía pueden superar este problema ocular con el uso de lentes o mediante la colocación de un parche en el ojo que funciona bien para de esta manera forzar al ojo perezoso a desarrollar su función y alcance su máximo desarrollo visual.

Quienes no son tratados llegan a tener durante su niñez limitaciones en su vida diaria y en la vida adulta presentan dificultad para coser, subir o bajar escaleras e incluso para manejar el carro por la falta de estereopsis; es decir, la percepción de las tres dimensiones.

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